domingo, 22 de marzo de 2015

Metamorfosis a Meursault



A ella le costaba verbalizar las cosas últimamente, no encontraba explicación aparente ya que antes de normal se explicaba bien. Tampoco encontraba necesarias la mayoría de las explicaciones. Se convirtió en una mujer más bien callada, sonreía irónicamente, una sonrisa de lado ese se había convertido en su gesto favorito y más expresivo. Cada vez que lo hacía, algo callaba. 
Puede que el nuevo mundo que se le había abierto le hiciese más pequeña y tímida. Seguía teniendo que decir, y deseaba hacer mil cosas, descubrir tanto y todo.
Ya nadie la entendía, ni siquiera ella misma. Algunos incluso se preocuparon. A ella le dejaron de importar los algunos y los otros. Sabía que lo hacían desde la bondad, pero ese nuevo yo le evitaba preocuparse por otros en cuanto a su vida se refería. En su actitud se veía un extraño individualismo. No necesitaba dar ni tener razones.
Una independencia incluso de lo que antes creía que era ella misma. Vivía sin aparente móvil.

.-Dawn 







4 comentarios:

  1. La historia sabe lo que les pasa a los infelices que piensan demasiado.

    Aun así, aunque Meursault se conoce como extranjero de sí mismo y su circunstancia, acaba más vivo, entero y libre que nadie. Sólo hacen falta algunas certezas y mucha rebeldía, y los dos sabemos que de ésta vas servida.

    Un abrazo Dawn.

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    1. A veces, aunque se tengan certezas de algunas cosas, no se encuentra el móvil que hace vibrar el alma.

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  2. Meursault tiene la fortuna o desgracia de navegar aguas nihilistas.

    Usted y yo (sobre todo yo, infortunadamente), y el príncipe Namor que comenta arriba, sabemos de qué va. Como sabemos los tres que usted callada no sería usted y que este post es un rebote terapéutico.

    Y razones para qué si hay una voluntad de… pasión.

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  3. La del relato no soy, pero como es natural y obvio nace de una experiencia -que ya imaginaras cual Pez- yo a esos limites como bien señalas CrisC no llego. Ojalá, a Meusault lo admiro cada día más.

    Me halagas con lo de rebelde, Manel.También estas servido, y de una forma más sana y elegante,

    Y te doy la razón CrisC sea o no yo, rebote terapéutico es. Te ha quedado la mar de romántico -que con ese tema estoy- pero sí, hacer las cosas con y por pasión es el mejor móvil y la mejor de las razones.

    Un beso a los dos.

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