domingo, 3 de noviembre de 2013

Nessun dorma, Puccini

 


 
Posiblemente una de las mejores óperas habidas y por haber. Nadie duerma, es exactamente lo que ordena la cruel princesa Turandot quien, en venganza a una antepasada mancillada, decapita a sus pretendientes si no le responden tres adivinanzas. Un príncipe ignoto -Calaf-  respondiéndole los tres enigmas y desafiándola a que sea ella la que averigüe su nombre. Turandot ordena que Nessun dorma en Pekín hasta que se sepa el nombre del  pretendiente. 

Este viernes he tenido el placer de ver tan maravillosa obra de tan brillante genio, Giacomo Puccini. 
Creo que me sería imposible explicar el sentimiento que me invadió de principio a fin de la ópera. Pero no importa, el arte no busca explicación. 

Me erizó la piel, los pelos de punta, lágrimas que no sabía de donde provenían. No hay mayor indicador de buena música, de arte.



El hombre a quien no conmueve el acorde de los sonidos armoniosos, es capaz de toda clase de traiciones, estratagemas y depravaciones. 
 .-William Shakespeare

.-Dawn 

2 comentarios:

  1. No puedo pronunciarme sobre la totalidad de la obra, pero el aria es de una conmovedora belleza. Cuando la interpreta Pavarotti, necesito al final el sunami de aplausos que ya forman parte integrante para mí del aria.

    Desconocía el argumento de Turandot, una reedición de esa idea eterna según la cual el no saber se paga con la muerte, como en Edipo, aunque también aquí el conocimiento acarrea la desgracia.

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  2. Sorry, Inti firma el anterior comentario.

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