En 1919, la revolucionaria Rosa Luxemburgo fue asesinada en Berlín.
Los asesinos la rompieron a golpes de fusil y la arrojaron a las aguas de un canal.
En el camino, ella perdió un zapato.
Alguna mano recogió ese zapato, tirado en el barro.
Rosa quería un mundo donde la justicia no fuera sacrificada en
nombre de la libertad, ni la libertad fuera sacrificada en nombre de
la justicia.
Cada día, alguna mano recoge esa bandera.
Tirada en el barro, como el zapato.
.-Eduardo Galeano
Hoy se cumplen 95 años del asesinato de la que para mí fue la revolucionaria más grande y de su camarada Karl Liebknecht. No recuerdo cual fue lo primero que leí sobre ella o de ella. Seguramente por mi padre. No me veo capaz de escribir nada sobre ella, simplemente diré que no se merecía esa muerte, y algo que antes me chocaba mucho y decía mi padre "Rosa venció". El pasado Domingo fue el día de Rosa Luxemburgo, mi padre le dejó una rosa por mí, me gusta que en Alemania recuerden a quienes se lo merecen.
Te quiero Rosa.
.-Dawn